Relojes de arena.

Los relojes de arena son un recurso fundamental.

Antes de los 8 años, los niños y niñas no han desarrollado de forma adecuada la noción del tiempo, por lo que concretar el tiempo de forma visual les ayudará mucho en la gestión del mismo.

Es un buen recurso que puede ayudarnos de muchas formas pero, principalmente, en el uso y abuso de pantallas que tanto nos está afectando en los últimos tiempos.

La utilización de un reloj de arena para marcar el tiempo de exposición de pantallas ayudará a frenar la frustración y crispación que invade a los niños cuando el adulto pide terminar con su uso ya que, el tiempo, para ellos, ha pasado demasiado deprisa. Quizá incluso puedan pensar que estamos "acortando" el tiempo acordado en un principio. Todo esto lo evitamos con el uso del reloj; ellos mismos comprobarán que el tiempo se ha terminado.

En mi caso he comprado un pack en el que vienen 6 relojes con tiempos distintos (1, 3, 5, 10, 15 y 30 minutos). Son de colores vivos muy bonitos y tienen un tamaño ideal (10 cm de alto). De hecho, cuando los pedí, imaginaba que iban a ser pequeños y me sorprendió muy gratamente la medida.

Por supuesto, los relojes de arena tienen muchos más usos y nosotros los usamos para infinitas actividades ("en 5 minutos nos vamos a la cama", "3 minutos de lavado de dientes", "en 10 minutos la habitación debe estar recogida"...), pero eso ya lo dejamos a vuestra elección y necesidades.